lunes, 31 de octubre de 2011

17) Más música y videojuegos.

Llegó el día por el cual nos quedábamos hasta fin de mes por ésta zona. Nos íbamos a Auckland a ver We Came As Romans.

Nos levantamos tempranito, y salimos rumbo a Tauranga para tomarnos el ómnibus. Muy entusiasmados, cerca del mediodía ya estábamos en Auckland. Si, otra vez.
Fuimos al backpacker, donde encontramos gente conocida de veces anteriores que nos hemos quedado, a pedir dos camas en la habitación de 10 personas. Llena. Tenían en la de 8, por lo que decidimos pagar en esa. Resultó que era un cuarto femenino, y Fernando me estaba complicando un poco en ese momento.

Listo, nos fuimos a la habitación de 6 camas y al día siguiente nos cambiaríamos a la de 10.

Entramos a dejar nuestras cosas, y ésta vez nos tocaba arriba en las cuchetas, a los dos.
Mejor, porque el despelote era tal, que no se podía ni tocar el piso. Nunca nos había tocado una habitación así. Dormían 4 personas ahí, pero parecían 20.

Igual, no nos importaba mucho, pensábamos volver tarde y al día siguiente nos teníamos que cambiar de habitación temprano.

Allí salimos, hacia la biblioteca a robar internet para ver bien cómo llegar a nuestro destino.

Todo organizado (bueno, más o menos) decidimos ir hasta la terminal de  ómnibus.
Tenía en mi mano anotadas las calles, por lo que no teníamos cómo errarle.  Aunque si algo hemos aprendido en este viaje, es que siempre puedes errarle. El chofer nos dijo que nos señalaría para dónde teníamos que caminar, y que nos dejaría cerca del lugar.

Cuando consideramos que estábamos muy pero muy lejos, seguimos unos 15 minutos más y llegó nuestra parada. No nos ubicó bien, pero estábamos en la calle de nuestro destino.
No sabíamos muy bien si ir para la derecha o la izquierda, pero decidimos ir a la izquierda.

¡Bien, instinto! Has funcionado correctamente.
Menos de media cuadra después, encontramos el lugar.

Zeal, ahí estábamos, no sólo habíamos llegado, sino que habíamos llegado temprano.

Gente linda por todos lados, y los integrantes de la banda estaban por ahí afuera.
Al llegar, nos sentamos y de lejos vimos que estaban nuestras amigas del toque de The Word Alive. En eso, las vemos que van y se sacan fotos con los de la banda.
Minutos después, una de ellas nos viene a saludar y nos cuenta su entusiasmo.

En la entrada, los de seguridad estaban bastante entusiasmados sacando encendedores y demás.
Y yo, tenía mi mochila. Mi querida mochila que tenía hasta mi pijama adentro. La revisaron, pero no sacaron nada. Tengo la leve sensación de que quedé como una boluda por las cosas que tenía adentro.

Entramos, Nando colaboró con la banda comprando algunas cosas y vimos unas cuantas bandas. Llegó la hora, y empezó We Came As Romans.

Estábamos ubicados sobre el escenario, al lado del parlante. SI, AL LADO DEL PARLANTE.
En el primer tema, sentía que iba a quedar sorda. Pensaba si debería correrme, pero la conversación conmigo misma terminó en “y bueeeeeno, se me pasará si quedo sorda”.
Un par de temas más, y sentía que me sangraba el oído. “Y bueeeeno, algún día parará”

Un show increíble. Nos encantó.

Terminó el toque, y no estaba sangrando mi oído ni había quedado sorda. Un éxito total.

Era tarde, y nos fuimos a tomar el ómnibus. No teníamos idea si podríamos volver, pero nos teníamos fe. Esperamos media hora, y pasó el ómnibus. El camino tenía muchas curvas y el chofer había sacado su licencia por correo probablemente. Aparte de todo eso, saqué mi lado ‘quilombera de la clase’ y elegí un asiento al fondo.

Resultó ser que me siento mal en los ómnibus. Un viaje bastante complicado, pero logré dormirme y se me pasó más rápido.

Llegamos al centro y había gente festejando Halloween.
Esperaba disfraces más elaborados. Creo que se llevó el premio uno con una caja en la cabeza bailando como LOCO en el medio de la calle principal mientras el semáforo daba paso a los peatones.

Ya sintiéndome mejor, nos fuimos a acostar a nuestra no-muy-genial habitación.
Nos dormimos, y al día siguiente nos despertamos del calor insoportable que sentíamos. Decidimos irnos temprano y cada uno juntó sus cosas.

Acá cuando te vas, tienes que llevar a la recepción tu sábana, tu acolchado y tu almohada. Como no tenía donde pisar al bajarme, ya que el ropero del de abajo estaba estratégicamente ubicado bajo mi escalera, tiré mi acolchado y me iba a bajar. En ese momento otro se levantó, y al pasar por ahí lo dobló y lo puso más a un costado. Recién me había despertado, un tanto de mal humor entre el calor y las finas fragancias que se sentían en el aire, que no me dio ni para poner cara de mala. Disculpa compañero, supongo que mi acolchado está alterando el orden de la habitación. No te preocupes, volveré a poner sobre mi cama el plato que estaba ahí cuando llegué.

Nos cambiamos de habitación, y ahora era más gente pero creo que un poco menos de despelote.
Nos fuimos nuevamente.

Nos esperaba un domingo genial.

Después de pasear un poco, nos tomamos el ómnibus a nuestro próximo destino. El ómnibus iba y venía por el mismo lado, por lo que me parecía que si lo tomábamos en la parada de enfrente llegaríamos más rápido.
Error, era en la parada que estábamos de primera dónde llegaríamos más rápido.

Subimos (en la parada correcta) y ahora era más fácil ver donde bajarnos porque el ómnibus te va diciendo cual es la siguiente parada. Cuando se subió una persona disfrazada, supimos que íbamos por buen camino.

Nos bajamos, y sin dudar, decidimos seguirla. Era OBVIO que iba a donde  nosotros íbamos..
Tal cual. (Estábamos ON FIRE encontrando lugares y llegando a la hora que planeábamos)

Armageddon, llegamos.
Todo lo que nos gusta, ahí estaba. Todo lo que queríamos ver, ahí lo vimos.

Consolas por todos lados, comics y nada de escaleras.
La emoción que sentí, hizo que me viera completamente desbordada. Nando tomó las riendas de la situación y elaboró un plan para recorrer el lugar. Uff, menos mal, porque yo ya estaba como la habitación, hecha un despelote. Quería ir acá y allá, acá y allá, con un “woooow - mira esto - ¡qué genial!” permanente.

Recorrimos el lugar y había de todo. Aparte de MUCHAS cosas relacionadas con videojuegos, había juegos, paintball, campeonatos de skate y lucha, entre otras cosas.

Llegó la hora de una conferencia de Red Vs Blue. Vimos videos, nos contaron cosas y la gente preguntó pelotudeces. ¡Fue TAN genial! Aunque estuve un poco triste por no poder comprar una espada. TODOS tenían una espada. Todos. Y yo no. Maldita valija.

Después de recorrer mucho todo y ver DEMASIADA gente disfrazada basada en personajes animé, terminaba por el día la exposición.
Más tarde habían más cosas, pero debíamos esperar unas 4 horas por lo que decidimos volvernos. Para ver todo lo que había, deberían entrar a la página del evento ( http://armageddonexpo.com/nz/ ) y morirse de envidia.

Hicimos tiempo por la ciudad, y nos fuimos a dormir. La habitación estaba un poco mejor, y nos recibieron con buena onda.
“4D (número de habitación) ¿Se sienten en 4D? - Porque yo me siento en 3D”
Lo más seguro que hizo ese chiste unas 500 veces desde que se le ocurrió. Genio.
Amanecimos, y a seguir paseando haciendo tiempo hasta que nuestro ómnibus nos llevara de vuelta a casa.

Contentos, dejamos Auckland otra vez.
La verdad que fue un buen fin de semana.

2 comentarios:

  1. Yo quiero ir a un lugar lleno de gente disfrazada y de cosas relacionadas con juegos. Y a algún recital de alguna banda que me guste. No se, todo eso no pasa en Montevideo y en Maldonado menos. Estos días te extrañé un poco.

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  2. Aca también salieron muchos gurises en pleno día (!) disfrazados, festejando nuestra tradicional (?) fiesta de Halloween... igual creo que acá no se entiende muy bien la idea, por ejemplo se entretienen tirando huevos a los autos, o como el hijo de un compañero de trabajo, que salió disfrazado de... Batman (!!).

    Y quiero ir a un recital y que SI me sangre el oído, a escuchar alguna buena banda de rock o similar.

    Espero nuevo post, ya me he vuelto un adicto (?)

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