viernes, 2 de marzo de 2012

28) Cosas curiosas y una última entrada.


He aquí ciertas preguntas/comentarios que recibimos durante el viaje:

· Me preguntaron si Sarmiento era ‘algo’ para nosotros, si nos enseñaban sobre él en la escuela.
· Me preguntaron si era verdad que en Sudamérica las mujeres tenían prohibido usar el pelo corto. (Conclusión que había sacado alguien porque nunca había conocido a nadie de Sudamérica con el pelo corto)
· Me preguntaron si ‘v’ se traducía ‘v short’.
· Al describir cómo era el trabajo en una packhouse de kiwi, comenté que los kiwis caían en una caja. ‘¿Directo desde el árbol?’ me preguntaron.

He aquí ciertas situaciones no tan normales que vivimos durante el viaje:

· Estábamos en el estacionamiento de McDonald’s usando internet, cuando golpean la ventana del auto. Una muchacha nos pregunta a dónde íbamos luego, contesté y nos pidió si la podíamos llevar. Cuando le dije  que sí, me preguntó qué idioma hablaba. Al contestarle español, empezó a hablar lo que creía ella era español. Era… alemán. No sé. Ella estaba muy convencida que era español, y estaba demasiado borracha como para entenderle. El 90% de su vocabulario eran insultos chilenos.

· Nos pararon varias veces para hacernos la prueba de alcoholemia. Teníamos que decir nuestro nombre y la calle donde vivíamos. Nunca la sabíamos.

· Un día nos paró la policía y Nando manejaba. Nos preguntaron si habíamos tomado, contestamos que no y no le hizo ninguna prueba. Preguntó a dónde íbamos, y cuando contestamos, nos preguntó si sabíamos cómo llegar. ¡Más bueno ese señor!

· Nuestros compañeros de casa en Bethlehem, creían que éramos de Ucrania.

· A la salida de la casa de Pukehina, había una rampa dónde patinabas si estaba mojado de mañana. Un día salimos y yo patiné pero bajé bien. Nando llevaba nuestro almuerzo en sus manos, el cual terminó a dos metros de él, y él, un poco dolorido. Me reí un mes sin parar.

· La gente va en pijama y/o descalza a todos lados. Un día fui al supermercado con mi pijama a cuadros, Nando descalzo.

· La gata, con los gatitos, que veíamos a través de la ventana en el backpacker de Alexandra, nos hizo pichí en la cama, dos veces.

· Me subí mil veces (y bajé otras mil) por los cordones de las veredas manejando el auto. Igual lo mejor fue al principio, donde todo en el auto estaba al revés. Las primeras veces que quise doblar y poner el señalero, se escuchaba un ‘ña ña ña ña’ del limpiaparabrisas. Cuando llovía, ponía tanto el señalero que la gente pensaría que andaba dando vueltas a la manzana.

· Cada vez que nos mudábamos lejos, lloraba. También le preguntaba a Fernando si estaríamos haciendo las cosas bien. No había como errarle, pero me entraba un poco de miedo.

· Nos encontramos nuevamente con una de las chinas que nos pidieron el auto, en Alexandra. No sólo era otra ciudad, sino que era ¡otra isla!

· Terminamos el viaje, y ninguno de los dos pudo aprenderse el número de celular de Fernando.

· Donde pasamos la noche en Wakefield, era un camping. El baño consistía en cuatro paredes, el inodoro, y un pozo. Fue traumático levantar esa tapa.

· Me llegó a doler la panza de comer cerezas. También las caderas de tanto bailar para mantener el calor (?)

· Fuimos a Auckland a pasar un par de días cuando alquilábamos la casa en Pukehina. Al volver, me fui a acostar y noté que la cama estaba caliente. Agradecí a Nando por su gran gesto de prenderme el calientacamas, pero como estaba demasiado caliente le pregunté hacía cuanto rato lo había prendido. Me contestó que él no lo había hecho, por lo tanto fue que yo me había olvidado de apagarlo.

· Salíamos del Pak ‘n Save, Nando manejaba. La música muy alta y Nando daba marcha atrás sin prestarle mucha atención al espejo retrovisor, cuando sintió que tocó ‘algo’. Ese ‘algo’ era el carrito de una señora que estaba poniendo sus compras en su auto, cuando Nando la dejó encerrada entre el carrito y el auto. Nando pidió disculpas, a lo que la señora le comentó que no era suficiente. Nos fuimos, y creo que eso sí lo fue.

· Después de un par de meses, mis sueños empezaron a ser completamente en inglés.

Esas cosas pasaron, entre otras, claro.

Se termina el blog, aunque hace rato se terminó la aventura. Volví, y realmente me doy cuenta que Nueva Zelanda, es como debería ser el mundo entero. Todo organizado, limpio y la gente es buena. Obviamente tiene sus cosas malas, pero es realmente un lugar genial. Me llena satisfacción haber realizado este viaje, y sé que siempre voy a tener historias para contar.

Lo mejor que me llevo del viaje, es haber logrado el video que verán a continuación. Mi madre me había mostrado otro de una persona que lo hace en todo el mundo, pero el mío lo hice en toda Nueva Zelanda. Ella quería que yo lo hiciera, sin decirle nada, y gracias a la ayuda de Nando, le pude traer éste regalo. Espero que a ustedes también les guste y tengan en cuenta que la mayor parte del tiempo, había gente atrás:




Hoy, en lo más alto de mi fama (cuack) - doy por finalizado este blog.
Espero que les haya gustado leerlo, tanto como a mí me gustó escribirlo.


~ The End ~

(Y no se preocupen, después les doy clases de baile y de cómo manejar la popularidad generada por tener un blog genial a todos)